La Historia del Arte español está llena de genios, anónimos algunos, conocidos otros y famosísimos unos pocos; arquitectos, escultores y pintores nos han dejado sus obras repartidas por todo el país. Es mucho lo que se ha perdido a lo largo de los siglos, pero, afortunadamente, también mucho lo conservado.
Hacemos un repaso a las principales épocas y características de nuestra Historia del Arte:
LA PREHISTORIA
PALEOLÍTICO: Neandertales y Sapiens comenzaron a representar aspectos de su cultura en objetos y lugares tales como las profundidades de las cavernas del norte o rocas al aire libre en diferentes lugares de España. Pintaron y grabaron signos y animales cuyo significado real hoy desconocemos; sin embargo no podemos sino maravillarnos ante la habilidad de estos primeros «artistas» (es poco probable que tuvieran el concepto de Arte que nosotros tenemos en la actualidad).
NEOLÍTICO: Hacia el 6000 a. C. los habitantes de la Península Ibérica empezaron a manipular su entorno para producir alimentos. Se hicieron más sedentarios y poco a poco cambiaron su forma de vida, no obstante siguieron dejando sus representaciones artísticas tal y como lo habían hecho sus antecesores. Nos han llegado numerosos ejemplos en las paredes rocosas de los montes del Mediterráneo; son escenas de caza y de la vida cotidiana en las que ya aparece la figura humana como protagonista, cosa no muy común en el arte del Paleolítico.
LOS METALES: A partir del 3000 a.C hasta la llegada de los romanos, fueron diferentes las culturas que ocuparon la Península, todas ellas dejaron rastros en construcciones como los impresionantes dólmenes, fortificaciones, tesoros y esculturas.
HISPANIA ROMANA
Tras los cartagineneses llegaron a la Península Ibérica los romanos, que bautizaron con el nombre de Hispania a los nuevos territorios conseguidos.
En la Historia del Arte español tienen un lugar privilegiado las enormes construcciones de la Hispania Romana. Acueductos como el de Segovia, puentes como el de Alcántara, anfiteatros y teatros como los de Mérida o Tarragona debieron dejar pasmados a los habitantes autóctonos de la Península. Los romanos eran un pueblo práctico, pero también buscaban embellecer sus construcciones con mosaicos, pinturas o esculturas que vemos repartidas en los numerosos museos municipales o nacionales del territorio.
COMIENZOS DE LA EDAD MEDIA: LOS VISIGODOS
Los visigodos sustituyeron a los romanos en el dominio de la Península a partir del siglo V; fue mucho lo que adoptaron de la cultura romana, empezando por la lengua el latín, pero también la religión cristiana que tanto influyó en la Historia del Arte español en los siglos venideros.
Lo que nos ha llegado de los visigodos es poco, algunas pequeñas iglesias en mitad del campo como Santa María de Melque en Toledo, San Pedro de la Nave en Zamora; pero sobre todo destacaron por sus joyas, las obras de orfebrería de reyes y nobles; como el famoso Tesoro de Guarrazar, un conjunto de coronas que los reyes ofrecían a la Iglesia y que usaban en las ceremonias importantes.
La llegada de los musulmanes en el siglo VIII interrumpió el dominio visigodo. Los cristianos que se quedaron viviendo en el territorio musulmán, los mozárabes, crearon su propio arte en el que se ve mucho la influencia islámica; mientras que aquéllos que huyeron al norte comenzaron a construir sus edificios creando un estilo heredero de los visigodos pero con personalidad propia: es el Prerrománico asturiano.
LA EDAD MEDIA- AL-ANDALUS
En el año 711 los musulmanes cruzaron el Estrecho de Gibraltar y conquistaron prácticamente todo el territorio. Entre los siglos VIII y XV construyeron mezquitas, palacios, casas o jardines maravillosos, también se desarrollaron las mal llamadas «artes menores» como la orfebrería o los tapices; en sus muchos talleres producían refinados objetos con los que decorar sus edificios.
No brillaron tanto la escultura o la pintura pues, por su religión, los musulmanes no representan apenas la figura humana.
En sus grandes y ricas ciudades como Córdoba, Sevilla, Zaragoza o Granada nos dejaron algunas de los mejores ejemplos de la Historia del Arte español.
El arte islámico influyó mucho en el de los cristianos que, en ocasiones, utilizaban técnicas musulmanas en la construcción y decoración de sus iglesias y palacios: es el mudéjar, un estilo muy particular de la Historia del Arte español.
EDAD MEDIA: EL ROMÁNICO
Mientras, en el norte de España, comenzaron a crearse los nuevos reinos cristianos que poco a poco se fueron haciendo más fuertes: el reino de Asturias-León (de los que saldrían Portugal y Castilla y que incluía Galicia), Navarra, Aragón y los Condados Catalanes lucharon contra los musulmanes para poder expandirse hacia el sur, y no dudaron en enfrentarse entre ellos si así podían conseguir más tierras.
Durante los siglos XI y XII los territorios conquistados a los musulmanes debían ser repoblados; los nuevos pueblos y ciudades se construían usando sobre todo la madera; pero para los edificios principales: iglesias, castillos, murallas y puertas utilizaban algo más duradero, como la piedra y el ladrillo. Lo hacían siguiendo el estilo «de moda» en el momento: el Románico.
Entre los siglos XIII y XIV los cristianos ocuparon casi toda Península. Las ciudades cristianas crecieron y en muchos casos las viejas catedrales románicas quedaron pequeñas y anticuadas; de Francia llegó un nuevo estilo, el Gótico. Los avances en la arquitectura permitieron construir edificios de gran altura. Como sucedía con el Románico, los edificios se decoraban con pinturas y esculturas que tenían un sentido práctico porque además contaban a la población analfabeta aquellas historias que todos los cristianos debían conocer.
EL RENACIMIENTO siglo XV
Durante el siglo XV en España se siguió construyendo en Gótico y en Mudéjar. Isabel la Católica era una gran admiradora del arte flamenco; arquitectos, escultores y pintores del norte de Europa llegaron a las cortes de Castilla y Aragón a trabajar en las grandes construcciones del momento; algunos de ellos se quedaron aquí, se españolizaron y fueron padres de una nueva generación de artistas que triunfaron en el siglo XVI. El estilo «isabelino» es una mezcla influencias del Gótico, el Mudéjar y del nuevo Renacimiento que ya llegaba a los reinos cristianos.
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Los artistas del siglo XVI trabajaron con los nuevos elementos renacentistas. En la arquitectura, el estilo isabelino se mezcló con estos nuevos elementos creando el llamado «plateresco»; que en la segunda mitad del siglo será sustituido por una manera más austera de construir, al estilo del Monasterio del Escorial. Genios como Diego de Siloé, Juan de Juni o Alonso Berruguete protagonizaron el panorama artístico del momento; a ellos se unió la particular figura del Greco.
EL BARROCO
En el siglo XVII el Imperio de los Austrias no estaba en su mejor momento y, sin embargo, fue un siglo brillante en cultura, el Siglo de Oro español, que dio escritores como Cervantes o Lope de Vega, pero también pintores como Velázquez, Ribera, Zurbarán o Murillo y escultores como Gregorio Fernández y Montañés. Todos ellos jugaron con la ilusión óptica, con la delgada línea que separa la ficción de la realidad. Ésta es precisamente una de las características del Barroco, uno de los episodios más conocidos y fascinantes de la Historia del Arte español.
Durante la primera mitad del siglo XVIII, ya con los Borbones, el Barroco siguió siendo el estilo predominante, aunque se volvió más exagerado y recargado.
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NEOCLASICISMO, REALISMO Y ROMANTICISMO
En la segunda mitad del XVIII la sociedad empezó a hartarse de las exageraciones del Barroco. Este estilo pasó a considerarse hortera y de mal gusto, con lo que volvieron a buscar en el pasado la creación de algo mas clásico, una nueva mirada a la cultura grecorromana y al Renacimiento: el resultado es el Neoclásico, que coincide con el afán didáctico de la Ilustración.
Los artistas del siglo XIX se debatieron entre el interés por la nueva realidad social y su reflejo en el arte y el protagonismo de los sentimientos y emociones de los Románticos. En arquitectura el espíritu nacionalista del siglo buscaba recrear los estilos históricos, mezclándolos en edificios eclécticos.
Mientras los pintores reflejaban en sus pinturas de Historia y costumbres el pasado y presente, un tanto idealizado, de España.
La Revolución Industrial trajo el uso masivo de materiales como el hierro y el vidrio que posibilitaron nuevos tipos de construcciones como mercados, puentes de hierro o palacios de cristal.
Desde el siglo XIX ,el artista comenzó a reclamar su independencia; cada artista es un hombre libre que plasma en sus obras sus propias ideas y sentimientos y no un «artesano» obligado a trabajar en lo que sus clientes quieren de él.
Los artistas vanguardistas de comienzos del siglo XX siguieron esta tendencia, que es la que ha llegado a nuestros días. Ya no podemos hablar de «estilos» sino de «artistas individuales» y tampoco de categoría como arquitectura, pintura, escultura pues son ahora mucho más amplias las posibilidades de «hacer arte».
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