Los comienzos del siglo XX están marcados por la  modernización que  llegó de la mano del ferrocarril, la electricidad o el uso del automóvil, con ellos mejoró la vida de algunos españoles; la otra cara es la de la pobreza y las malas condiciones de los trabajadores en el campo o en la ciudad, en una España en la que la esperanza de vida al comienzo del siglo era de unos 35 años. Los conflictos políticos y sociales favorecieron  los cambios constantes de gobierno y una  crispación que acabó por traernos la terrible Guerra Civil de 1936.

¿CÓMO COMIENZA EL SIGLO XX?

El complicado siglo XIX terminó  en 1898 con la pérdida de lo que quedaba del imperio en América: Cuba, Filipinas y Puerto Rico. Los intelectuales y artistas de los primeros años del XX vieron esta pérdida como un desastre que ponía en evidencia  el atraso del país. Hablaban de “Regeneracionismo”, una modernización necesaria que debía acercarnos al resto del Europa Occidental.

El sistema de la Constitución de 1876 continuó con Alfonso XIII como rey. Los partidos Conservador y Liberal siguieron alternándose en el poder con sus nuevos líderes, entre los que destacaron Antonio Maura en el primero y José Canalejas en el segundo.

Estos dos políticos estuvieron llenos de buenas intenciones, ambos se propusieron, cada uno a su manera, corregir los defectos del sistema y mejorar la vida de los trabajadores. No lo tuvieron fácil pues tuvieron que enfrentarse a los líderes locales, los caciques, que habían acumulado mucho poder.

Alfonso XIII se casó en 1906 con la inglesa Victoria Eugenia de Battemberg. La boda acabó en tragedia cuando un anarquista, Mateo Morral, lanzó una bomba cuando la pareja pasaba por la Calle Mayor de Madrid. Los reyes salieron ilesos, pero murieron unas 30 personas. Fue uno de los numerosos atentados cometidos en el siglo XX. Mateo Morral murió en la cárcel en extrañas circunstancias, lo que dejó la puerta abierta a numerosas teorías sobre la verdadera naturaleza del atentado.

EL PROBLEMA DE MARRUECOS

Perdidos  Puerto Rico, Cuba y Filipinas, a España solo le quedaban algunos territorios en Marruecos, que por motivos políticos se vio obligada a mantener, a pesar de que la opinión pública pedía a gritos el final de los conflictos. Para los pobres era especialmente duro ya que no tenían el dinero necesario para pagar la exención del servicio militar, como solían hacer los hijos de las familias ricas, que podían así escaquearse de luchar en la guerra.

En 1909, ante la movilización de las tropas a Marruecos, se dieron todo tipo de disturbios en la llamada Semana Trágica de Barcelona. El gobierno de Antonio Maura reaccionó con una represión que al final fue fatal para los conservadores.

EL ASESINATO DEL PRESIDENTE LIBERAL JOSÉ DE CANALEJAS

Canalejas trató de continuar y aumentar las leyes en defensa de los trabajadores. Propuso una nueva Ley de Reclutamiento  mas justa e igualitaria además de la polémica Ley del Candado, que ponía límites a la creación de nuevas órdenes religiosas en España. Terminó asesinado en la Puerta del Sol de Madrid en 1912.

Durante estos años el bipartidismo fue sustituido por el multipartidismo, pues tanto los conservadores como los liberales se dividieron en diferentes grupos que crearon nuevos partidos;  los socialistas del PSOE aumentaron su influencia, al igual los sindicalistas de la CNT y los republicanos.

LOS NACIONALISMOS

 

En el País Vasco y Cataluña los partidos regionalistas evolucionaron a posiciones más nacionalistas. Eran éstas las zonas más industrializadas del país. En Cataluña la LLiga Regionalista de Cambó lideraba la derecha nacionalista, mientras que en la izquierda estaban los radicales de Alejandro Lerroux, que se declaró “emperador del Paralelo” (barrio proletario de Barcelona), controlando así a las masas de trabajadores. 

 

En Valencia,  el republicano Vicente Blasco Ibáñez se convirtió en el líder del nacionalismo. Fue además un escritor de gran éxito dentro y fuera de España con obras como “Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, o “Sangre y Arena”, ambas con versiones cinematográficas de Holywood, u otras que tratan el tema valenciano como «La Barraca» o «Cañas y Barro».

 

En Galicia el movimiento en estos años fue sobre todo cultural, con escritores que publicaron en gallego como Rosalía de Castro, poetisa que vivió en el siglo XIX y que se convirtió en estos años en todo un símbolo de las letras gallegas.

 

ESPAÑA EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL 1914-1917

España optó por la neutralidad, lo que fue beneficioso para los grandes industriales y magnates que se enriquecieron con la venta de todo tipo de materiales y productos a los países involucrados en la guerra. Muchas familias de empresarios se forraron con estos negocios.

La exportación de productos al extranjero tuvo como consecuencia la carestía y la subida de precios de alimentos básicos. Las clases mas bajas tuvieron que hacer milagros para poder subsistir con sueldos miserables.

La opinión pública estuvo en estos años totalmente dividida entre los que apoyaban a los alemanes, en general los más conservadores, y los «de izquierdas» que sentían simpatía por la Francia republicana y sus aliados.

LA DICTADURA DE MIGUEL PRIMO DE RIVERA 1923-1930

El dictador Miguel Primo de Rivera fue aceptado por gran parte de la sociedad. Tuvo el apoyo del rey,  de casi todos los partidos políticos y de gran parte de los empresarios que veían en él la manera de “poner el orden” que necesitaban para sus negocios.

Fue una dictadura relativamente popular en los primeros años, favorecida por una victoria militar en Marruecos, el aumento de la seguridad en las calles y la construcción de numerosas obras públicas. Pero al final las cosas se torcieron para el dictador:  fracasó en el intento de crear un partido político, el centralismo impuesto por el dictador disgustó a los empresarios catalanes que antes le había apoyado. La crisis económica del 29 afectó también a los españoles;  Primo de Rivera se quedó solo y tuvo que dimitir en 1930. Se marchó a París, donde murió poco después.

El rey llamó entonces a otro militar, Dámaso Berenguer, que continuó gobernando en lo que se ha llamado una “Dictablanda”. Todo cambió cuando en las elecciones municipales de 1931 los partidos republicanos ganaron en las principales ciudades; Alfonso XIII salió de España y se proclamó la II República.

LA II REPÚBLICA

Pronto comenzaron los problemas para la recién nacida República.  Los partidos republicanos estaban muy divididos; los había de derechas, de centro o de izquierdas, mas o menos radicales. Ninguno de ellos obtuvo mayoría absoluta en las elecciones con lo que siempre hubo que pactar y formar  coaliciones que funcionaron siempre de manera problemática. 

El gobierno de Manuel Azaña, en coalición con los socialistas, reformó el Ejército, cosa que molestó a muchos de los militares, e inició una reforma agraria que tampoco gustó a los más conservadores. Las reformas tampoco fueron del agrado de los republicanos radicales de izquierdas que las consideraban poco revolucionarias y eficaces.

La Iglesia Católica fue objeto de ataque de los más extremistas que quemaron conventos e iglesias, lo que motivó que la Iglesia pensara siempre en una vuelta a la Monarquía o a un sistema más conservador.

En 1931 se aprobó la ley que permitía el voto femenina gracias a la labor de Clara Campoamor.

AÑOS DE VIOLENCIA Y POLARIZACIÓN

Alejandro Lerroux, que de la izquierda radical catalana se pasó a la derecha republicana, gobernó durante un par de años con el apoyo de la CEDA, una agrupación de partidos católicos, monárquicos y conservadores. Por estos años existía ya la Falange, partido de extrema derecha fundado por el hijo de Miguel Primo de Rivera, José Antonio.

La polarización y la crispación en la sociedad española fue en aumento. La violencia estaba a la orden del día. Las rebeliones proletarias  más radicales, como la de Asturias en 1934 o Casas Viejas en 1933, eran aplastadas con dureza por los gobiernos, lo que exaltaba aún más los ánimos. Grupos de pistoleros de izquierdas o derechas radicales salían a la calle a «acabar con el enemigo».

En 1936 ganó las elecciones el Frente Popular,  una coalición de partidos de izquierdas; pero los enfrentamientos continuaron.  Una parte del Ejército consiguió dar un Golpe de Estado que no triunfó en toda España; el país quedó dividido. Comenzó así la Guerra Civil.

Para saber más sobre la Guerra y la Dictadura franquista pincha aquí

La Residencia de Estudiantes, fundada en 1910, fue un importante centro intelectual y científico por el que pasaron Federico García Lorca, Salvador Dalí,  Luis Buñuel o el premio Nobel Ramón y Cajal; Su ideología liberal seguía las pautas de la Institución Libre de Enseñanza, creada a finales del XIX. 

LA EDAD DE PLATA DE LA CULTURA ESPAÑOLA

Parece que siempre brilla la cultura en los periodos de decadencia y crisis políticas y económicas. Si el siglo de Oro de la cultura española es el XVII y coincide con los momentos más problemáticos de la época de los Austrias; a comienzos del siglo XX varias generaciones de escritores, intelectuales y artistas formaron parte de lo que se ha llamado  la «Edad de Plata».

El “desastre del 98” y las ideas regeneracionistas agruparon a los intelectuales de la Generación del 98. Pensadores como el filosofo Ortega y Gasset, los escritores Miguel de Unamuno,  Pio Baroja, los poetas Antonio y Manuel Machado y el original  Ramón del Valle-Inclán llamaban a la modernización del país.

Pocos años después, una nueva generación, la del 27, tomó el relevo de la vida cultural del país con escritores como Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Cernuda. La mayoría de ellos comprometidos con la idea de educar y culturizar a las masas mediante el teatro y otras actividades.

En las artes plásticas brillaron los modernistas catalanes, con excelentes pintores e ilustradores como Ramón Casas; además de genios como Joaquín Sorolla o Ignacio Zuloaga.  

Tres premios Nobel fueron para españoles en estas tres primeras décadas: uno para el médico y científico Santiago Ramón y Cajal, y dos para los escritores José de Echegaray y Jacinto Benavente.

SOLANA Y SOROLLA

Dos pintores contemporáneos que muestran las dos caras de la España de los comienzos del siglo XX. José Gutiérrez-Solana denuncia en sus cuadros la España atrasada y negra. En su obra «Mis Amigos» nos retrata la tertulia a la que él asistía, dirigida por el escritor y dibujante Ramón Gómez de la Serna.

Había tertulias de todo tipo en estos comienzos del XX. Políticos, artistas y escritores de reunían en los cafés, en los que pasaban horas conversando (hablando) sobre todo tipo de temas.

 Joaquín Sorolla representa en sus cuadros mas conocidos la España luminosa, soleada, la de las fiestas y costumbres, la de los  paisajes y las gentes alegres. El mar, los pescadores, los paseos por la playa  son protagonistas en la obra de  este pintor, uno de los mas conocidos internacionalmente.

ALGUNAS PALABRAS Y EXPRESIONES

La crispación; crispar en lenguaje coloquial es irritar, ponerse de mal humor.

Salir ileso es salir sin heridas ni daños.

Pedir a gritos es una manera coloquial de expresar una gran necesidad.

Escaquearse de una situación es evitar una situación, un trabajo o cualquier obligación de manera disimulada, discreta. Ej: Siempre que puede mi hermana se escaquea de limpiar la casa.

Los disturbios son las alteraciones que rompen la paz.

Forrarse en lenguaje coloquial es ganar mucho dinero. Es una expresión muy utilizada.

La carestía es la falta de algo, o la escasez. Escaso es que existe en poca cantidad.

Algo o alguien se tuerce cuando se sale del buen camino y toma otra dirección (mala).

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