LA INFANCIA DE ISABEL LA CATÓLICA (1451-1504)

Santa para unos, mujer infame para otros, Isabel de Castilla, conocida como la Católica es un personaje tan controvertido como fascinante. Decidida, fuerte, ambiciosa, con una visión política y una capacidad de acción que debían dejar perplejos a muchos de sus contemporáneos. Isabel nunca se amilanó ante los numerosos obstáculos que se interpusieron en su camino al trono de Castilla y a su proyecto de una península ibérica unida en torno a la religión Católica.

Esta mujer, llena de luces y sombras, controló los destinos de los castellanos durante la segunda mitad del siglo XV. Pero ¿Qué sabemos de su infancia? ¿Cómo llegó a forjarse ese carácter tan peculiar para una mujer en aquellos tiempos?

 

LA INFANCIA DE ISABEL LA CATÓLICA: MADRIGAL DE LAS ALTAS TORRES

Nació en Madrigal de las Altas Torres en la provincia de Ávila. Allí su padre Juan II tenía un palacio de verano, en el que su segunda esposa, Isabel de Portugal, dio a luz a la infanta Isabel en la primavera de 1451.

En Madrigal todavía se conserva la alcoba en la que nació la princesa dentro del palacio de Juan II. Años después, el nieto de Isabel, Carlos I, decidió convertir el palacio en convento y se lo donó a las monjas agustinas.

Siguiendo las huellas de la bebé Isabel, entramos en la maravillosa iglesia de San Nicolás de Bari, que además de la pila bautismal en la que fue bautizada. Cuenta con un fantástico artesonado  mudéjar y otras joyas artísticas que sorprenden en un pueblo de menos de 2000 habitantes.

En el siglo XV  Madrigal era un lugar de importancia, en el que vivieron personajes de alto postín atraídos por la Corte. Reyes y nobles dejaron su impronta  patrocinando edificios tan asombrosos como el Hospital Real o la Iglesia de Santa María del Castillo, en la que no hace mucho se han descubierto pinturas medievales.

Los tres primeros años de la infancia de Isabel la Católica transcurrieron en la villa avulense de Madrigal de las Altas Torres, que conserva parte de sus murallas medievales.

Se puede visitar el Convento de las Madres Agustinas, antiguo palacio de Juan II. Las monjas nos enseñan, entre otros lugares de interés, la alcoba en la que nació la princesa.

La Iglesia de Santa María del Castillo conserva, tras el ábside, interesantes pinturas medievales.

ARÉVALO

Tres años vivió la niña en el pueblo avulense, hasta que, tras la muerte de su padre en 1454, su madre se trasladó a la cercana Arévalo.

No se conserva nada del viejo Palacio Real, en el que Isabel vivió el infortunio de ver a su madre enloquecer. Ella y su hermano menor, Alfonso, vivían por entonces al margen de lo que ocurría en la Corte de su hermanastro, el rey Enrique IV, llamado el Impotente. A pesar de que ellos estaban en los primeros puestos de la sucesión al trono.

Aunque Arévalo ha cambiado mucho desde el siglo XV todavía nos podemos hacer una idea de los escenarios en los que se movía la joven Isabel pasando por la Plaza de la Villa, uno de los espacios medievales mejor conservados de toda España. Las iglesias mudéjares de Santa María y San Martín dominan un espacio en el que milagrosamente se han conservado las casas con la arquitectura tradicional de la comarca.

Aunque ha sido bastante modificado con el paso de los siglos, de los tiempos de Isabel nos queda el famoso castillo, hoy Museo de Agricultura.

En la imagen izquierda vemos el Palacio Real en el que vivió Isabel con su madre y hermano. El palacio desapareció, en la imagen derecha vemos la plaza en la actualidad.

La Plaza de la Villa es el lugar con más encanto de Arévalo. 

A LA CORTE

Enrique no se fiaba de los nobles que le rodeaban, y pensando que podrían utilizar a sus dos hermanastros contra él en algún momento (cosa que finalmente ocurrió) se decidió a tenerlos cerca de él para sí controlarlos mejor.

La infancia de Isabel acabó cuando los dos hermanos fueron llamados a la Corte y obligados a dejar a su madre, que, vivió muchos años más sumida en su locura.

Isabel observaba  todo lo que ocurría a su alrededor: conspiraciones de nobles ambiciosos, personajes de moralidad dudosa y sin escrúpulos, traiciones… Pasó así de niña a mujer con una decisión clara: llegar ella misma al trono, a pesar de no ser en principio la heredera, y llevar a cabo un ambicioso proyecto político. Para ello jugó sus cartas con gran astucia. Pero esto ya es otra historia que conoceremos en el siguiente video.

ALGUNAS PALABRAS Y EXPRESIONES

Infame, alguien infame es alguien muy malo.

Controvertido, que causa desacuerdo, opiniones contrarias que llevan a la discusión.

Quedarse perplejo o dejar perplejo a alguien, que deja desconcertado, muy sorprendido.

Amilanarse ante algo es atemorizarse. A Isabel no le atemorizaron los obstáculos que se pusieron en su camino, ni los peligros.

La alcoba dormitorio en las casas antiguas, que normalmente era interior.

Dejar la impronta es dejar alguna huella, algo peculiar que los diferenciara de otros nobles o reyes.

Personaje de alto postín, el postín es la elegancia de las personas ricas y poderosas.

El infortunio es la mala suerte.

Open chat
📲 Need help?
Hello 👋
Tell us how we can help you