España tiene 48 lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, institución creada tras la II Guerra Mundial para promover la paz y la cultura.
Vamos a hacer un recorrido por la Historia de España conociendo ciudades y monumentos patrimonio:
LA PREHISTORIA
ATAPUERCA
Comenzamos nuestra historia hace más de un millón de años, en Atapuerca, Burgos. Allí han encontrado restos de los hombres más antiguos de Europa: uno de 1300000 años y otro, el Homo Antecessor, de unos 850000 años. Los yacimientos de Atapuerca no paran de darnos sorpresas: en un lugar llamado la Sima de los Huesos los cuerpos de 28 individuos de todas las edades y sexos fueron arrojados a un hueco de unos 15 metros de profundidad hace unos 4500000 años; entre ellos encontraron un extraño bifaz rojo bellamente trabajado, ¿era todo parte de un ritual religioso?
ALTAMIRA Y EL ARTE RUPESTRE PALEOLÍTICO DEL NORTE DE ESPAÑA
Damos un salto en el tiempo y nos vamos al norte de España, allí hay un conjunto de cuevas con pinturas realizadas entre el 40000 a.C y 10000 a.C. La más conocida es la de Altamira. Los animales son los protagonistas de estas maravillas hechas en lugares oscuros y escondidos de las cuevas. ¿Qué sentido tenían?, ¿por qué los pintaban?
ARTE RUPESTRE DEL ARCO MEDITERRÁNEO
A partir del 10000 a.C el hombre se hace más sedentario y comienza a manipular su entorno, a este periodo se le llama Neolítico. En el Levante español se han descubierto un numerosos abrigos (rocas) con pinturas en las que el hombre es el protagonista: escenas de caza, de apicultura (trabajo con las abejas), danzas, todo parece indicar que son de la vida cotidiana.
LOS DÓLMENES DE ANTEQUERA
Ya al final del Neolítico ( y comienzo de la llamada Edad de los Metales) comenzaron los hombres a organizarse en sociedades más complicadas, por toda Europa construían grandes edificios llamados Megalitos: dólmenes, cromlech, menhires…, tenían algún sentido mágico. En España hay muchos, pero los de Antequera son especiales: no están orientados a la salida del sol, sino a una extraña montaña con forma de cara.
Todos estos pueblos se mezclaron desde el siglo IX a.C. con otros que venían de fuera, como griegos y fenicios: Iberos y Célticos son los pobladores de la península (no había fronteras entre España y Portugal)
HISTORIA ANTIGUA
En el siglo II a.C Roma conquistó la península, que llamó Hispania. Venían los romanos atraídos entre otras cosas por las minas, como las de oro en las Médulas del Bierzo, o por la riqueza agrícola, sobre todo de la zona del Ebro y el Guadalquivir. Construyeron magníficas ciudades como Mérida o Tarragona, obras públicas como el Acueducto de Segovia o el Faro de Hércules en La Coruña. Durante siglos los romanos crearon un nuevo orden, integrando a Hispania dentro de su gran Imperio, pero éste desapareció dejando paso a los visigodos en el siglo V.
Los visigodos controlaron la península hasta comienzos del siglo VIII. Ellos pusieron su capital en Toledo.
LA EDAD MEDIA
LA ESPAÑA MUSULMANA
España tiene una Edad Media peculiar. En el 711 varios grupos de musulmanes entraron en la península conquistando prácticamente todo, todo excepto algunas zonas en el norte, que continuaron siendo cristianas.
Los musulmanes llamaron a sus dominios Al -Andalus; nos dejaron importantes y famosos edificios como la Mezquita de Córdoba o la Alhambra de Granada, además de otras muchas cosas como técnicas de regadío que podemos ver todavía en lugares como el Palmeral de Elche en la provincia de Alicante.
LA ESPAÑA CRISTIANA
Mientras tanto los cristianos del norte comenzaron a expandirse para quitar territorios a los musulmanes de Al -Andalus; para mantener estas nuevas tierras conquistadas era necesario repoblarlas y la manera de hacerlo fue fundar ciudades y monasterios.
Desde las iglesias asturianas más antiguas del siglo IX o las románicas del Valle de Boí en Cataluña, a ciudades como Cuenca, Segovia, Ávila y Santiago de Compostela con todo el Camino, catedrales góticas como las de Burgos y la de Sevilla, monasterios como San Millán de la Cogolla (cuna del castellano y el vasco), Poblet y Guadalupe, edificios civiles como la Lonja de la seda en Valencia, o el arte mudéjar de Aragón, todos estos lugares Patrimonio de la Humanidad son un reflejo de este largo periodo medieval que llegó hasta el siglo XV, en el que los Reyes Católicos unieron los diferentes reinos cristianos y conquistaron el último reino musulmán: Granada. Comienza así lo que llaman la Edad Moderna.
LA EDAD MODERNA Y CONTEMPORÁNEA
De la Edad Moderna nos han llegado importantes conjuntos renacentistas como las ciudades de Salamanca, Cáceres, Úbeda o Baeza, todas ellas más antiguas, pero que tuvieron en el siglo XVI un momento de esplendor.
Los reyes Austrias mandaron construir imponentes edificios como El Escorial. La Iglesia promovió la creación de la primera Ciudad Universitaria en Europa: Alcalá de Henares.
En el siglo XVIII los reyes Borbones construyeron o ampliaron una serie de palacios cerca de Madrid, todos estos Reales Sitios estaban rodeados de maravillosos jardines; uno de los más representativos es el de Aranjuez, un palacio que existía desde el siglo XVI, pero que en el XVIII fue ampliado y acompañado por otros edificios que crearon un fantástico pueblo rodeado de jardines.
En el siglo XIX llegó la Revolución Industrial y con ello un cambio de vida. Las ciudades crecieron, Barcelona era una ciudad pujante, con una burguesía industrial catalana que busca diferenciarse contratando a arquitectos modernos y novedosos, como Gaudí, Domenech y Montanero o Puich y Cadafals, autores de los principales edificios modernistas de la ciudad.
Aparece una nueva arquitectura construida con nuevos materiales industriales como el hierro y el vidrio: mercados, estaciones de trenes o puentes como el de Vizcaya, dejaban asombrados a los ciudadanos.
Y para finalizar: las Islas Canarias y Baleares en las que los paisajes son tan importantes como los yacimientos arqueológicos o ciudades como La Laguna. Además de otros lugares naturales como el Parque de Doñana o los de Garajonay y el Teide, El Parque de Ordesa y Monte Perdido, los hayedos de diferentes puntos de Europa, y las curiosas minas de mercurio en Almadén, importantísimas para la economía de los Austrias.