La historia de la ciudad de Panamá, como la del resto del país, está íntimamente unida a su geografía. El istmo fue explorado en el siglo XVI por Vasco Núñez de Balboa en su búsqueda del “otro océano”. Desde entonces la obsesión por comunicar Atlántico y Pacífico de la manera más rápida posible ha marcado el destino de este país relativamente joven.
VASCO NÚÑEZ DE BALBOA
Nació en el precioso pueblo de Jerez de los Caballeros, en Badajoz, en 1475. Pertenecía a una familia empobrecida, con lo que tenía un futuro un tanto incierto; como muchos otros de su condición decidió probar fortuna enrolándose en varias expediciones al Nuevo Mundo. Sus intentos de convertirse en granjero acabaron en fracaso, se arruinó y se vio obligado a colarse de polizón en la expedición de Martín Fernández de Enciso. Le pillaron, pero gracias a su labia, evitó ser arrojado por la borda. Llegaron a San Sebastián de Uruá donde se encontraron con Francisco Pizarro y sus hombres. Ambos se unieron contra Enciso, y Nuñez de Balboa consiguió ser nombrado alcalde.
Hizo lo que muchos otros conquistadores: alternar la fuerza bruta con alianzas con los indígenas. Se emparejó con la india Anayansi, hija de un cacique, con la que compartió aventuras. Fueron los nativos los que le informaron de la existencia de un camino al “otro mar”. La expedición, llena de peligros, concluyó en 1513, cuando por fin divisaron el océano al que llamaron Pacífico, por encontrarlo muy en calma.
Nuñez de Balboa volvió lleno de prestigio y fama, pero se encontró con un duro rival: Pedrarias Dávila, encargado de prender y ejecutar al aventurero, acusado de rebeldía contra Enciso.
Finalmente Pedrarias se salió con la suya y Nuñez de Balboa fue ejecutado.
Pedrarias fundó Panamá en 1519, pero Nuñez de Balboa fue quién se quedó con la fama eterna en la ciudad y el país: la moneda panameña es el Balboa y también es Balboa, una de las cervezas más populares.
LOS ORÍGENES DE LA CIUDAD DE PANAMÁ
Los orígenes de la ciudad hay que buscarlos en las románticas ruinas rodeadas de rascacielos del Viejo Panamá. Fue ésta la primera ciudad construida en el continente. Era un asentamiento con grandes construcciones de piedra junto a las que se levantaban casas más modestas en las que vivía gran parte de su población. Todo estaba pensado para recibir aquí la plata proveniente de Perú y enviarla a España, transportándola por un viejo camino hasta el Atlántico donde se embarcaba hacia el Viejo Mundo.
Entre las ruinas de monasterios y otros edificios públicos está en pie la torre de la Catedral, desde la que se ve el entorno entre manglares y el mar de la vieja ciudad.
El museo completa la visita; aporta gran cantidad de información de interés y, con su maqueta, nos permite conocer la ciudad en el siglo XVII.
Tal era su riqueza que pronto se convirtió en objetivo de piratas; fue uno de ellos, el pirata Henry Morgan, quien la saqueó y destruyó en 1670. Tres años después los panameños decidieron construir una nueva ciudad fortificada un poco más al norte de la Bahía.
EL CASCO VIEJO DE LA CIUDAD DE PANAMÁ
Hoy uno de los principales objetivos de los turistas que llegan a Panamá es el Barrio de San Felipe o el Casco Viejo, en el que se conservan gran cantidad de edificios de entre los siglos XVII y comienzos del XX. Tuvo momentos de degradación, pero poco a poco se han ido recuperando sus casonas en ruinas, se han rehabilitado fachadas y la ciudad ha recuperado su esplendor.
La Plaza de la Catedral es el centro del barrio, lugar de grandes acontecimientos históricos y punto de encuentro de los panameños. Las dos torres cubiertas de nácar relucen desde la lejanía. Frente a ella está el Hotel Central, por el que han pasado ( y pasan) toda clase de celebridades. En un extremo de la plaza las viejas oficinas de gestión del Canal son ahora un museo sobre su construcción.
Algunos viejos tesoros de la Vieja Panamá se conservan entre los muros de sus palacios, iglesias y conventos. También es San Felipe el centro institucional del país: la Casa Presidencial o el Ministerio de Asuntos Exteriores ocupan edificios históricos en pleno centro.
EL CANAL DE PANAMÁ
El sueño de comunicar por barco los dos océanos mediante un canal se remonta al siglo XVI, pero el proyecto no se hizo posible hasta finales del siglo XIX y los comienzos del XX.
A finales del XIX el ingeniero francés Lesseps, que había triunfado construyendo el Canal de Suez, se propuso repetir su éxito en Panamá, que entonces era una provincia de Colombia. Su empresa consiguió la cesión de los derechos por parte de los colombianos y las obras comenzaron. Pero Panamá no es Egipto; Lesseps no contó con las grandes diferencias topográficas y climáticas entre los dos territorios. El plan fracasó por las enfermedades, por la complejidad real del terreno y otros factores que causaron la ruina de la compañía francesa y sus inversores.
ESTADOS UNIDOS Y EL CANAL
Fue entonces cuando los EEUU entraron en escena. Eran muchos los intereses que tenía este país en construir un canal de unión entre los dos océanos. En un principio pensaron hacerlo en Nicaragua, pero, por diversos motivos, finalmente se decidieron por Panamá. Roosevelt fue el gran impulsor del canal panameño: no dudó en favorecer la independencia de la entonces provincia de Colombia, país al que pertenecía.
Los norteamericanos negociaron con el nuevo país de Panamá un tratado muy ventajoso para ellos, todo el territorio del canal y sus alrededores quedaban bajo control estadounidense. Los habitantes de la zona, los zonianos o zoneítas, eran ciudadanos estadounidenses que vivían en condiciones muy diferentes a las de sus vecinos panameños.
Siguieron años de pugna por la soberanía del Canal: las revueltas de los estudiantes panameños en el 64, los enfrentamientos con Manuel Antonio Noriega, el Tratado Carter-Torrijos… hasta que por fin la soberanía pasó a manos panameñas en el 2000; eso sí, una cláusula permitía a EEUU intervenir en la zona en caso de que ésta se viera de alguna manera amenazada.
Este video explica de manera muy comprensible los avatares de la fascinante construcción del Canal:
ALGUNAS PALABRAS Y EXPRESIONES
Enrolarse es inscribirse, apuntarse a una expedición a América, en este caso. Ej: En la Expedición de Cristóbal Colón se enrolaron varios marineros de Huelva.
Colarse es colocarse o meterse en algún lugar sin permiso o a escondidas. Ej: Ella no estaba invitada a la fiesta, pero consiguió colarse y se quedó hasta el final; También adelantarse a alguien para quitarle el puesto: Ej: Ayer se coló un chicho en la fila del autobús y todos los pasajeros protestaron.
El polizón es intentar viajar sin pagar y meterse en un barco, avión… a escondidas.
Tener labia es tener facilidad de palabra, elocuencia, ser capaz de convencer a todo el mundo con la palabra
Salirse con la suya; alguien se sale con la suya cuando consigue lo que quiere, contra la opinión de los demás.
Pugna, batalla, pelea
IMÁGENES DE LA CIUDAD DE PANAMÁ
Desde el Cerro Ancón se pueden ver unas magníficas vistas del Canal de Panamá por un lado y del Casco Viejo y los rascacielos del sector financiero por otro. El ascenso al mirador se hace con un cómodo paseo de una media hora.
A los pies del cerro está Mi pueblito, en el que se reconstruyen varios edificios de la arquitectura tradicional panameña a tamaño natural.
El Biomuseo de Frank Gehry da un toque de color al Causeway, la calzada que comunica varias islas con el continente, construida con material sacado de la obra del Canal. Es un popular paseo para los panameños.
El Mercado de Pescado está cerca del Barrio de San Felipe. Animado y lleno de vida en su interior y su exterior: aquí acuden turistas y lugareños a degustar el pescado recién llegado del mar.