Las iglesias románicas del Valle de Boí en la provincia de Lérida se construyeron en los siglos XI y XII, en plena Edad Media tienen una torre alta que además de preciosa era práctica: desde los campanarios los vecinos de los pueblos vigilaban el territorio y se comunicaban unos con otros si era necesario.
HISTORIA DEL VALLE DE BOÍ
En un lugar de los Pirineos encontramos este precioso valle remoto que guarda un tesoro: es uno de los mejores focos del Románico en España.
Esta zona nunca fue ocupada por los musulmanes que estaban asentados más abajo, en el Valle del Ebro. Los cristianos situaron en los Pirineos una línea fronteriza de vigilancia y defensa. Estos territorios estaban dentro del régimen feudal medieval. El Valle de Boí estaba en manos de los señores de Erill y del obispo de Urgell. Estos señores feudales vieron la manera de demostrar su prestigio y dominio promoviendo la construcción de iglesias que seguían los últimos avances arquitectónicos. Había dinero y no escatimaron en medios, trajeron maestros de obra lombardos que aplicaron las nuevas tecnologías y decoración constructivas que se estaban utilizando en Europa.
IGLESIAS PINTADAS
Todas las iglesias estaban policromadas en su interior y su exterior. De la pintura exterior quedan algunos restos en San Clemente de Taüll o éstas de San Juan de Boí. Hoy nos gusta verlas con el material, en este caso la piedra, a la vista. Sus creadores se quedarían pasmados si las pudieran ver en la actualidad; probablemente no entenderían nuestra manía de dejar toda la arquitectura exterior sin enfoscar y pintar.
Además de pinturas se han conservado otros elementos de la época románica como esta cerradura de la iglesia de Cardet. Otra cerradura similar la podemos ver en La Natividad de Durro. En escultura tenemos el Descendimiento de la Iglesia de Santa Eulalia de Erill de Vall además de otras tallas y muebles repartidas por otros pueblos del valle.
HISTORIA DE LAS PINTURAS ROMÁNICAS DEL VALLE DE BOÍ
Como las modas cambian, las pinturas del interior fueron cubiertas durante siglos tras retablos u otras decoraciones más modernas. Pero a comienzos del siglo XX, arquitectos como el modernista Domenech y Montaner, descubrieron las maravillosas pinturas románicas que se habían conservado en varias de las iglesias. Crearon una asociación para su conservación y decidieron que lo mejor era trasladarlas a la capital. Con las técnicas más modernas las arrancaron de la pared y se las llevaron en burro a Barcelona.
Actualmente se pueden ver la mayor parte de los originales en el Museo de Arte de Cataluña. Verlas nos ayuda a comprender ese mundo medieval con sombras pero también con un mundo de colores brillantes en el que vemos escenas religiosas, otras simbólicas o incluso de la vida cotidiana.
ALGUNAS PALABRAS Y EXPRESIONES
Remoto, algo remoto es muy lejano.
Estar asentado es estar situado en un lugar de manera estable. El asentamiento es un centro de población constante.
No escatimar en medios significa aquí que no ahorraron nada, que gastaron todo el dinero necesario para construir lo mejor.
El maestro de obras era el responsable de una construcción, el que diseñaba la obra y la dirigía. El término arquitecto no se comenzó a utilizar hasta mucho más tarde.
Los lombardos, el románico-lombardo es una manera de construir el en románico propia del norte de Italia, de la zona de Lombardía, que se extendió por otros lugares de Italia y Europa. Maestros lombardos llegaron a este valle rural de Cataluña donde aplicaron sus técnicas constructivas: bóveda de cañón, arcos decorativos, campanarios altos y elegantes.
Estar policromado es estar pintado, es una palabra propia del mundo artístico.
La manía, una manía es una preocupación o una obsesión no muy razonable. Una persona que tiene muchas manías es un maniático. “Tener manía a alguien” es tenerle ojeriza, no gustarte alguien por diferentes razones. Ej: Juan dice la su profesora le tiene manía, por eso no saca buenas notas.
La talla es aquí la obra de escultura, sobre todo hecha de madera.
Para saber más https://www.vallboi.cat/es