El Conde Lucanor escrito por un príncipe, el Infante Don Juan Manuel, en el siglo XIV es un libro delicioso, un conjunto de cuentos que nos trasladan al mundo medieval castellano.

 
 
LOS CUENTOS DEL CONDE LUCANOR

La primera parte del libro está dividida en 51 “Ejemplos” o cuentos. Todos ellos tiene la misma estructura:

El conde Lucanor, joven señor feudal, pide consejo a su criado, Patronio, un hombre sabio y prudente, para solucionar un problema concreto.

Para ayudar a su señor, Patronio le cuenta un cuento con una moraleja final. El conde  admira  la sensatez de su criado y se dispone a seguir su razonable consejo.

Al final de la primera parte Patronio ya está bastante harto, comienza a impacientarse, pero el conde le halaga, le hace la pelota y todavía consigue sacarle más consejos en las otras cuatro partes que tiene el libro, en las que ya no hay cuentos.

 
EL OBJETIVO DEL CONDE LUCANOR

El mismo Don Juan Manuel nos cuenta que el libro responde a un objetivo didáctico: “ que las obras que los hombres hiciesen en el mundo les reportaran (traer o proporcionar) aumento de su honra, hacienda y poder, y que les pusieran en camino de la salvación (del alma)”.

En los cuentos tratan diferentes temas: la guerra, la amistad, el amor, la codicia, el poder, la honra, entre otros;  todo ello nos dice mucho de los ideales de la sociedad en tiempos de Don Juan Manuel.

El autor es consciente de que si quiere cumplir su objetivo es mejor “endulzar” las enseñanzas con cuentos e historias divertidas. Los cuentos no son originales, proceden de tradiciones populares del mundo árabe o cristiano, pero Don Juan Manuel los adapta a su tiempo, utilizando un lenguaje llano y expresivo que “engancha” al lector.

Son pocos los escenarios o personajes reales que se mencionan  (el rey inglés Ricardo Corazón de León o Saladino son algunos de ellos), sin embargo, a través de las páginas del libro vemos circular a labradores, criadas, reyes, nobles, médicos, magos, santos, comerciantes… todos ellos nos muestran al final el panorama social del siglo XIV.

 

UN CUENTO DEL CONDE LUCANOR

 
 

El séptimo cuento es muy conocido en España como el cuento de “La Lechera”.

El Conde plantea un problema a Patronio:  un hombre le ha aconsejado que haga una cosa, y si la hace  tendrá un gran beneficio, que a su vez le llevará a conseguir otro logrando al final grandes riquezas.

Patronio responde con su cuento:

Había una vez una mujer pobre llamada Doña Truhana; un día iba al mercado llevando una olla de miel. Mientras caminaba iba pensando:  “con el dinero de la miel voy a comprar unos huevos, de ellos saldrán gallinas, luego venderé las gallinas y compraré ovejas… “,  así siguió hasta imaginarse inmensamente rica; iba tan contenta con estos pensamientos que, sin darse cuenta, dio un manotazo a la olla  que cayó y se rompió, y así se quedó Doña Truhana sin nada.

Moraleja: En las cosas ciertas confiad y las fantásticas evitad.

Es decir mejor no dejarse llevar por fantasías, sino por cosas seguras. Otra expresión para hacerse ilusiones imaginando cosas para el futuro sin nada de realidad es “hacer castillos en el aire”.

 
 
 
¿QUIÉN ERA EL INFANTE DON JUAN MANUEL?

Nació en  Escalona en 1282. Era nieto y sobrino de reyes. Cuando tenía dos años quedó huérfano de padre,  de él heredó un enorme señorío, que incluía tierras por Castilla y Valencia. Con 12 años ya iba a la guerra, algo bastante frecuente entre los hijos de la alta nobleza;  desde muy joven se convirtió en un señor de la guerra.

 
 

Fue uno de los hombres más poderosos de su tiempo, como todo señor feudal tenía su propio ejército.  Sus tierras estaban situadas  en lugares estratégicos entre los reinos de Castilla y Aragón y el inteligente infante supo aprovecharse de la situación, poniéndose al servicio de unos y  otros según las circunstancias.

Don Juan Manuel tenía fama de buen militar,  ambicioso y astuto, incluso de intrigante, pero ha pasado a la Historia sobre todo por su obra literaria. Era un hombre muy culto.

Intentó siempre casar a sus hijas con reyes; lo consiguió con una de ellas, Juana, que fue esposa del futuro rey de Castilla Enrique II. Curiosamente en uno de los cuentos trata del tema de los matrimonios y aconseja casar a las hijas con hombres buenos “de honra”, independientemente de sus riquezas o poder. Este sabio consejo no lo llevó a la práctica en la vida real.

LOS CASTILLOS DEL SEÑORÍO DE VILLENA

El señorío de Villena  de Don Juan Manuel era muy extenso, para defenderlo mandó construir o modificar muchos castillos en lugares estratégicos. La vida del infante transcurrió entre ellos, organizando la repoblación de sus tierras e impartiendo justicia en ellas.

En uno de los cuentos Patronio describe cómo se toma un castillo: minándolos o escalándolos, pero advierte que un castillo bien defendido nunca será conquistado; solo el miedo de sus habitantes lo hará caer; todo esto lo llevó a la práctica, con éxito,  el autor del Conde Lucanor en la vida real.

La mayor parte de sus dominios estaban entre las actuales provincias de Cuenca, Albacete y Alicante, aunque tuvo también tierras en Castilla y León: la importante villa de Peñafiel.

Alarcón fue el centro de las tierras del Norte. El castillo ha sido transformado en Parador, lo que ha contribuido a aumentar el turismo en una zona aislada, pues con el tiempo perdió su posición estratégica.

PEÑAFIEL

La villa de Peñafiel, en Valladolid, fue heredada por Don Juan Manuel. Su castillo, en lo alto de una colina, es actualmente Museo del Vino. Una de las bellezas del pueblo es su Plaza del Coso, perfecta para todo tipo de espectáculos.

También en Peñafiel, en la mudéjar Iglesia-Convento de San Pablo fue enterrado el autor del Conde Lucanor.

Villena dio nombre al señorío, aunque estaba en un extremo del señorío. El castillo fue construido por los musulmanes en el siglo XII, pero ha sido modificado después varias veces.  Cuando Don Juan Manuel se casó con la hija del rey de Aragón, Jaime II, trajo a su esposa-niña (tenía 6 años) a este castillo y aquí la encerró hasta que creció. Cuando pasaba por Villena se dedicaba a la caza y la literatura, dos de sus grandes pasiones.

Chinchilla de Montearagón fue el centro de sus tierras en el Sur.

Este pueblo es Conjunto Histórico Artístico, tiene mucho que ver: desde sus casas excavadas en la roca, al castillo o sus iglesias y plazas.

El castillo de Almansa es uno de los más espectaculares de España. Siglos después, en el XVIII, la batalla de Almansa fue decisiva para el final de la Guerra de Sucesión que trajo a la familia de los Borbones a España.

Belmonte perteneció al señorío de Villena, aunque el castillo fue construido después, en el siglo XV, por Juan Pacheco, favorito del rey Enrique IV de Castilla, que consiguió hacerse con casi todo lo que fue en el siglo anterior señorío de Don Juan Manuel. En el siglo XIX el castillo pasó a manos de Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III y por lo tanto Emperatriz de Francia. 

Otros libros que puedes conocer con Mundos Hispánicos:

El Lazarillo de Tormes

https://mundoshispanicos.com/en/el-lazarillo-de-tormes-2/

Don Quijote de la Mancha

https://mundoshispanicos.com/en/don-quijote-de-la-mancha-2/

ALGUNAS PALABRAS Y EXPRESIONES

Delicioso es muy agradable, se usa mucho para comidas, pero también para otras cosas.

Un cuento es una historia corta normalmente de ficción; pero también puede tener otros significados; un cuento también puede ser una mentira un engaño: “no me cuentes cuentos, que yo sé lo que realmente pasó”, en este sentido decimos “cuentos chinos”. La moraleja es la lección que se saca de un cuento o una historia.

Había una vez…, o érase una vez son fórmulas con las que suelen comenzar los cuentos.

Estar harto de algo es estar cansado de una situación. También decimos “estar hasta las narices”.

Halagar es decir a alguien palabras agradables sobre él, a veces por interés. Una expresión coloquial para halagar es “hacer la pelota”, aquí claramente se trata de halagar para conseguir un objetivo.

La hacienda es el conjunto de bienes que uno tiene, pueden ser tierras, dinero…La Hacienda es también el departamento de la Administración Pública que tiene como objetivo recaudar el dinero de los impuestos, y controlar los ingresos y gastos en un estado, ciudad…

Endulzar es añadir una sustancia dulce a una comida; pero también tiene el significado de suavizar o hacer más fácil una situación.

Enganchar tiene aquí un sentido coloquial. Engancharse a un libro o a una serie es que capta tanto la atención que no lo puedes dejar.

Una olla es un recipiente usado para cocinar o guardar comida. Tenemos una expresión coloquial: “Irse la olla” para perder la razón, volverse loco. Ej: Llevo tantos días sin dormir que se me va la olla. La olla es la cabeza.

Dar un manotazo es dar un golpe con la mano; si lo hacemos con el pie es una patada.

El señorío es el conjunto de tierras, pueblos o castillos que los señores feudales tenían en propiedad.

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