Al-Andalus es el nombre que los árabes dieron a las tierras de la Península Ibérica que conquistaron en el 711.  Estuvieron cerca de 800 años en España, hasta 1492, año en el que los Reyes Católicos conquistaron el último reino musulmán: Granada.

Durante todo este periodo medieval España y Portugal estuvieron divididas en unos territorios musulmanes y otros cristianos.

En el 711 los musulmanes al mando de Tariq cruzaron el Estrecho de Gibraltar y se organizaron en estas tierras del sur de España, desde aquí avanzaron  hacia  el norte. En menos de cinco años conquistaron todo excepto unos territorios en la actual Asturias y la zona de los Pirineos.

LOS OMEYAS EN CÓRDOBA

Durante casi 300 años Córdoba fue la capital del Islam en la Península. Los omeyas engrandecieron la ciudad  mientras controlaban todo Al-Andalus. Las guerras estaban a la orden del día, no solo contra los reinos cristianos del norte, sino también dentro del mundo musulmán, pues dentro de él hubo numerosos conflictos y rebeliones.

Los emires y califas gobernaron con mano de hierro por un lado, mientras por otro fomentaban las ciencias y las artes y construían maravillosos edificios y jardines.

EMIRES

Abderramán I inició las obras de la Mezquita Mayor, que amplió Abderramán II casi un siglo después.

Durante el emirato de Abderramán II (siglo VIII)  llegó a Córdoba la superestrella del canto Zyriab; este hombre refinado introdujo costumbres gastronómicas como el orden de los platos en la mesa, una nueva moda en el vestir con colores claros en verano y oscuros en invierno o la afición por el ajedrez.

Y CALIFAS

Abderramán III se proclamó califa en 929 y se independizó de Bagdad. Mandó construir una lujosa ciudad-espectáculo: Medina Azahara, a unos 5 km de Córdoba, en ella realizaba actos oficiales y recibía a embajadores. Fue terminada por su hijo Al-Hakam II, el califa erudito, era bueno en la guerra, pero mejor en las letras; fue el propietario de una famosa biblioteca que tenía más de 400000 libros.

El hijo de Al Hakam II no tenía la inteligencia de su padre o su abuelo, se convirtió en  un pelele en manos del poderoso jefe militar Almanzor.  Mientras este gran guerrero y estratega vivió, el Califato se mantuvo fuerte, pero a su muerte en 1002 todo se fue al garete. Córdoba cayó en el caos. El Califato desapareció en 1031.

LOS REINOS TAIFAS

Durante parte del siglo XI al-Andalus quedó dividido en numerosos reinos independientes. Badajoz, Valencia, Zaragoza, Sevilla, Córdoba o Granada luchaban unos con otros aliándose a veces con los cristianos. Para éstos fue una oportunidad de oro que aprovecharon para avanzar en su conquista de los territorios árabes. En este momento surgen figuras como Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, guerrero cristiano que también luchó con los musulmanes. Fue señor de la Taifa de Valencia.

La Aljafería de Zaragoza es uno de los mejores edificios de este periodo. Conserva una pequeña sala de oración y un par de habitaciones.

LOS ALMORÁVIDES Y LOS ALMOHADES

Los Almorávides llegaron desde Marruecos en el siglo XI; se quedaron horrorizados al ver a los reyes taifas luchando entre ellos  e incumpliendo los preceptos del Islam, no tuvieron ningún problema en imponerse en al-Andalus. Fueron en general mucho menos tolerantes con judíos y cristianos, que huyeron a los territorios del norte.

Algo similar sucedió cuando llegaron unos años después los Almohades. También eran de origen marroquí ; su visión del Islam no era tampoco un ejemplo de tolerancia. 

Cuando el poder almohade empezó a desaparecer, de nuevo se dividieron los musulmanes en diferentes reinos, durante el siglo XIII los reyes cristianos los conquistaron todos excepto uno: Granada.

Sevilla fue la capital almohade; de ellos nos ha llegado alguna parte de la muralla, la famosa Giralda que actualmente es el campanario de la Catedral  o la Torre del Oro, que formó parte de una fortificación desaparecida. Desde aquí se controlaba el tránsito de todo lo que venía por el río Guadalquivir.  Esta Torre de Oro aparece en el escudo de varias ciudades del norte como Santander o Avilés; fueron estos norteños con sus barcos los que ayudaron a la conquista de la ciudad en el siglo XIII, a manos del rey Fernando III, el Santo.

De estas fortificaciones se conserva también una desconocida Torre de la Plata.

EL REINO NAZARÍ DE GRANADA

Dominado por la dinastía de los nazaríes, el reino de Granada ocupaba también lo que hoy son las provincias de Málaga o Almería. Los musulmanes pudieron mantenerlo a cambio de pagar impuestos especiales a los cristianos (parias); el comercio hizo de Granada una ciudad rica, llena de  grandes edificios entre los que la joya es la famosa Alhambra, construida entre los siglos XIII y XIV. Se trata de una ciudad fortaleza con palacios refinados y jardines paradisiacos. Las guerras civiles y la presión cada vez mayor de los Reyes Católicos acabaron lo que quedaba de al-Andalus, poco pudo hacer el sultán Boabdil para defender la ciudad; en 1492 les  entregó las llaves y se marchó a Marruecos donde murió años después.

¿CÓMO ERAN LAS CIUDADES Y LAS CASAS DE AL-ANDALUS?

El núcleo de las ciudades de Al-Andalus es la mezquita mayor, o la mezquita de los viernes, que solía y suele estar en el centro. Desde allí salen varias calles principales en las que se instalaban los zocos o mercados agrupados por temas. El almotacén es el que se encarga de regular y controlar las actividades del zoco.

Las calles principales dan a la muralla, con puertas que se cerraban por la noche.

Otro gran edificio es el alcázar o fortaleza, la residencia de los gobernadores, que solía estar en un punto elevado o estratégico para la defensa de la ciudad. El trazado de la ciudad árabe se ve perfectamente en ciudades como Toledo, Sevilla o Córdoba.

LAS CASAS

Una gran parte de las calles son en realidad callejones sin salida. En ellos están las casas que casi no tiene ventanas, pues la privacidad es muy importante para el musulmán; el patio interior es el que da luz a las habitaciones que se sitúan en torno a él. En Cáceres se conserva una casa árabe, se recuperó hace unos años su estructura original y su propietario organizó en ella un pequeño y curioso museo de dedicado al Islam.

LA HUELLA MUSULMANA 

Castillos, mezquitas y palacios son parte de la herencia que nos dejaron los árabes. La influencia de su arquitectura perduró con los cristianos en el mudéjar; pero además muchos de los avances científicos medievales llegaron con ellos: la medicina, la astronomía, las matemáticas, la filosofía… las ciudades andalusíes se convirtieron focos culturales en los que los libros de oriente se traducían y repartían por todo el norte de Europa.

La costumbre de los mercadillos y la gastronomía son otras aportaciones importantes: los sistemas de regadío árabes se conservan en lugares como el Palmeral de Elche. La noria fue otro de los inventos que trajeron además de nuevos cultivos como el arroz, los cítricos, la berenjena, muchas legumbres o los dulces hechos con almendra y azúcar….

Numerosas palabras en castellano son de origen árabe, gran parte de las que comienzan con al-, como alfombra, almohada, y otras muchas como aceite, zanahoria, naranja, mazmorra

ALGUNAS PALABRAS Y EXPRESIONES

¿ÁRABES O MUSULMANES? Árabes son los que vienen de Arabia mientras que musulmanes son los que profesan el Islam. A la Península llegaron algunos grupos de árabes a la cabeza de unos ejércitos de bereberes, norteafricanos, ellos no eran árabes pero sí musulmanes.

El califa es el sucesor de Mahoma, el jefe religioso y político, mientras que un emir es un gobernador político y económico, no tiene poder religioso. Córdoba fue primero un emirato dependiente en el aspecto religioso y simbólico de Damasco, hasta que Abderramán III se nombró califa y cortó los lazos con Bagdad.

Una encerrona es una situación preparada con antelación para obligar a alguien a hacer algo contra su voluntad. Es también una trampa, por ejemplo cuando en una visita turística el guía mete a a sus turistas en una tienda y se sienten obligados a comprar…

Algo que está a la orden del día es algo normal, que ocurre con frecuencia.

Gobernar con mano de hierro, es controlar o gobernar usando la violencia, la crueldad o el miedo.

Independizarse es terminar con una situación de dependencia, por ejemplo los hijos se independizan de los padres cuando se van de la casa paterna para vivir por su cuenta.

Un pelele es en lenguaje coloquial un inútil, una persona simple, fácil de manejar.

Irse al garete es fracasar, cuando algo sale mal. La palabra garete viene del mundo naútico, del mar. Un barco iba al garete cuando iba sin rumbo, perdido.

Una oportunidad de oro es una muy buena oportunidad para hacer o conseguir algo.

El precepto es una norma o un mandamiento.

Un callejón es una calle estrecha, muchos no tienen salida. Entrar en un callejón sin salida es también tener un problema que no tiene solución.

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